El Baúl de los Poemas

Un clavo saca otro clavo, ¿y por qué de mi cabeza no te saco? todo el día pensando en ti, tú a los dos días te olvidaste de mí. Cada día te veo con un hombre nuevo, espero que lo pases bien con ese chico moreno, si ese toro fornido con barbita de chivo. Sí ese que solo te mira el cuerpo, sin saber que su dueña es todo mi mundo. Sí ese que se acuesta entre tus sábanas, pero que al despertar no te da un beso, de buena mañana. ¿Te acuerdas de las cartas que tantas veces te envié? seguro que te reíste, al saber cómo de triste y roto estaba mi corazón, que poco a poco se veía envuelto en esta grave depresión. Espero que ese chico te cuide, yo no lo puedo hacer más. Me voy lejos de aquí pero antes de partir, te quise escribir esta última carta, a ti, a mi bella flor a mi único y verdadero amor, te dedico esta carta del adiós. Ere

Viene lloviendo como dijo aquel, viene lloviendo desde el Cardiel. Como un sabio dijo una vez, se acerca la lluvia te mojarás los pies. Viene lloviendo como me dijo él, se acerca la lluvia como aquella vez. Se acerca la lluvia, refúgiate.

En este lugar habitan seres extraños, diferentemente iguales entre sí. Unos altos, otros bajos unos fuertes, otros vagos unos mudos, otros sordos unos buenos, otros malos unos hablan, otros escuchan unos ríen, otros lloran unos dan, otros roban unos listos, otros locos ¿por qué locos? Por querer ser igualmente diferentes, por escuchar y hablar al mismo tiempo. Por llorar y reír sacando todo lo de adentro por no juzgar al de al lado si no a quienes somos por dentro. En este bosque de luces, donde la oscuridad no tiene cabida donde parece que todo es caos y algarabía, es el lugar de residencia de estos seres egocentristas, que solo creen en lo que alcanza su vista y no ven más allá, más allá de ese bosque de luces. ¿Qué hay más allá de ese bosque de luces? ... no lo sé, ¿habrá que averiguarlo, no?

Sonrisas efímeramente eternas grabadas a fuego en nuestras memorias,  miradas fugazmente ardientes que cuentan grandes historias. Caricias mortalmente cálidas recorriendo uno por uno tus lunares, como versos en un poema que brillan como una estela perdida en la noche eterna. Recuerdos eternamente fugaces...

Y pensando imaginé un ángel  y apareciste tú. Eres el ángel que guía mis sueños... mi caminar.

Lento, sin prisa el mar se lleva todos nuestros recuerdos. Lento, sin prisa... el inmenso mar nos llena de recuerdos y nostalgia.